lunes, 11 de agosto de 2014

Cleopatra - Camila Ramos Quintana

                                                              Cleopatra

 Levantarse temprano nunca fue lo mío,pero era preferible a tener que aguantar los maullidos de mi gata insesantes junto a mi oído o los gritos de mi padre por no comportarme como debo.La elegancia siempre es fundamental,me lo enseñaron desde niña:expresión corporal,vestimenta,y nunca ver a nadie a los ojos fijamente .A pesar de ser lo que mas me gusta,se me hace muy fácil con mi padre.
 Todos dicen que no hay nadie como yo,pero para mi son sólo elogios ya que mi hermana Cleopatra es igual a mi,hasta mi mismo nombre tiene. Lo cierto es que nada mas es eso. A ella,al igual que mi difunta hermana,le interesan mucho los temas del rey,sus ocupaciones,deberes,derechos,mandatos,todo,y quiere seguir a nuestro padre como si fuera su sombra. Él no le hace caso,no la quiere al mando,aunque lo haría bien,sus modos de pensar son muy parecidos. Pensar en política hace que quiera seguir durmiendo,pero lo que me espera allá afuera es mejor.
 Recorrer las instalaciones de mi hogar nunca esta de más,mirar las paredes bronceadas llenas de hermosos dibujos en los mismos tonos,azules y negros,y observar las figuras de nuestros dioses,sentir el suave roce,los huecos en el tallado. En uno de mis viajes noté a Auletes,mi padre,hablar con un hombre venido de Roma;últimamente nos visitan seguido. Me quedé detenida un momento no muy cerca y luego seguí mi camino.
 Se levanta,peina su cabello de corte perfecto y delinea sus ojos de un negro azabache tan intenso como la noche,luego cogía sus mejores joyas y con poca ropa salía. El Sol estaba a mitad de camino hacia la cima,y la tierra igual ardía. El blanco de su vestido se camuflaba con la luz de la mañana y flotaba en el aire con el movimiento de sus piernas. Miles de personas pasan a su alrededor cual hormigas obreras a metros de distancia. Con cada paso la arena se encendía. Sus manos delicadas rozaban las paredes del palacio en busca de la habitación elegida y al entrar sus músculos se contraían. Su padre la esperaba.
 El brillo dorado sobre su cuerpo la distraía,su figura acaparaba toda la habitación. Fue conciso en su discurso y ella se retiró.
  El tiempo pasaba y la rutina se repetía una y otra vez. Ella salía,decía algo,desaparecía por unas horas y volvía,mientras tanto cada vez más hombres romanos invadían el palacio y nuestras tierras;nuestro rey ya casi no se veía.
 Salió con el rostro iluminado como una estrella,y así se veía con sus ropas reflejadas por el Sol. Su postura siempre erguida hacía dudar de lo pesado de su traje. Me miró y se fue,conmigo a su lado,dejando atrás ese lugar lleno de todo lo que conocía. Dormimos en una tienda que encontré en el camino y cuando desperté ya no estaba. La temperatura aumentaba a medida que el tiempo pasaba y se volvía más fría a la vez que me acercaba al Nilo. Ahí encontré sus pertenencias. Mis piernas temblaban,con su olor en mis manos;sabía que no la volvería a ver.
 Su desaparición conmocionó a toda la región,nadie la había visto,ni a su hermana. Días después apareció.Su caminar era distinto,ella,o sólo eran mis suposiciones, mi esperanza de que no fuera verdad. 
 Grandes cosas habían pasado,su padre había muerto,y en su lugar un hombre la esperaba. Al dirigirse hacia él,los rostros de todas las personas que se encontraban allí la seguían. El rey había dejado en su testamento un pedido. A lo lejos nos miramos por un segundo,temía por ella,y con una dura mirada apartó sus ojos de mi. Se encontraba a la espera de las palabras de aquel hombre. Se casaría con su hermano,ascendería a reina junto a él. Su cara de sorpresa se había perdido,y en su lugar,mostraba gestos de grandeza para sus alrededores.Su hermana no estaba allí para verlo,y en tal caso,mejor.
 Jamás me volvió a dirigir la mirada,o quizás nunca fue para mi. Su vida transcurrió al igual que la mía,y la desaparición de su hermana quedó presente en mi. 

1 comentario:

  1. Camila: construís una voz y una mirada que resultan atractivas, sin embargo el resultado es una historia confusa porque hay muchos errores en expresión. Rever coherencia y cohesión; también ortografía.

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