Otra
vez “El cuervo y el zorro”
El cuervo subido a un árbol, estaba, no con un queso
según dice la fábula
Clásica, sí con un sangriento pedazo de carne en el corvo pico. Llegó el zorro. El
Olor le hizo levantar la cabeza, vio al cuervo
banqueteándose y rompió a hablar:
-¡Oh, hermoso cuervo! ¡Qué plumaje el tuyo! ¡Qué
lustre! ¿No cantas, cuervo?
¡Si tu voz es tan bella como tu reluciente plumaje,
serás el más magnífico de los
Pájaros! ¡Canta, hermoso cuervo!
El cuervo se apresuró a tragar la carne y dijo al
zorro:
- He leído a
La Fontaine.
Esta es una copia del famoso cuento de La Fontaine
El
Cuervo y El Zorro pero el final es diferente del mismo en
el original el cuervo alagado de los comentarios del zorro empieza a cantar y
deja caer el queso y de ahí la moraleja: No se debe dar crédito a palabras
aduladoras que se hacen por interés.
Lo que leemos aquí es un fin diferente del cual es
más gracioso ya que el cuento se relaciona con el cuento original refiriéndose
al autor para mí la moraleja es que hacer lo mismo no termina igual que siempre.
Ignacio Colaneri
No cumple con la consigna. Lo escrito es incoherente: la expresión incomprensible.
ResponderEliminarMe gustaría saber más sobre la reflexión de este cuento.
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