jueves, 4 de septiembre de 2014

Una vez más

Ayer brillaron con docilidad. Estaban fingiendo gustarme. Hicieron imposibles jugadas. Karma. Los miré, nada. Ñipes ondeaban por quince rusticas, secas, telas. Una vez Waldo, xenón yacía, zafó.

Sofía Monello.

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