El Objeto
Estaba hastío de las cosas.me sentía preocupado por no poder encontrar ese algo que estimulara mi animo. Escudriñaba, registraba cada lugar, necesitaba distraerme, mejor aún dicho, necesitaba dejar lo que tenia, ya no me atraían todas las posesiones que estaban en mi poder, no me interesaban mas. Quería sentir algo nuevo en mi, como si renaciera.
Tuvo lugar en mi vida un tiempo en el que ya no sabía porque hacia lo que hacía, se metían ideas dentro de mi cabeza que no eran saludables, no tenían un buen destino para mi vida.
No creí nunca, ni hubiera imaginado que la integridad propia de mi se fijaría en un objeto tan simple, un libro. Mi interés por esas hojas que recorría en un movimiento de dedos para pasar las paginas rápidamente, tan solo echándoles el ojo, se tornó en la actividad mas fantástica y continua que jamas había tenido con mis otras posesiones. Cada día, durante las horas que pasaba cursando la materia de ciencia y tecnología en la universidad, que ya no le daba tanta atención como en un principio. Ahora mi concentración estaba en los libros. No desperdiciaba ni un minuto. Leía durante horas, incluso llegue a estar unos días sin comer. No podía luchar contra esas ganas de tener un libro entre las manos sintiendo ese aroma tan particular y único que tienen. Mi casa estaba repleta de ellos, y eran muy variados en cuanto a contenidos. De ciencia ficción hasta novelas amorosas. Compraba por montones e incluso perdí muchas cosas pero no quiero entrar en esos detalles.
Logre sentirme feliz, lo que hace mucho no sentía. Poseo miles de millones de diversos mundos e mi mente, y aquí me encuentro, con todo lo que creo necesario en mi vida.
Santiago: escribís una historia que vacila entre un personaje que se presenta infeliz y vacío a pasar bruscamente a convertirse en un lector voraz, adictivo, feliz, sin que se vea la transición, los motivos que encuentra en una lectura rápida, irreflexiva, "echándole un ojo". Repensar el verosímil.
ResponderEliminarPredomina el decir sobre el narrar, no hay suspenso ni tensión y las acciones se tornan previsibles y no logran conmover. El narrador habla sobre lo que sucedió o sucede pero no hace que los hechos sucedan. Repensar qué hace que el "cómo" se cuenta sea tan importante como la historia contada.
Rever construcción de oraciones y de párrafos; términos y tiempos verbales mal usados, ortografía.
Nota: 5