1
Jugando en la calle estaba,
en la cuadra del La Salle los católicos lo
miraban.
Su cola perseguía
el cura se reía.
En la puerta orinaba,
el guardia lo espantaba.
En la basura husmeaba,
pero nada encontraba.
Buscaba una persona que amor le diera.
Una que se sorprendiera,
cuando la almohada él rompiera.
Pero eso todavía no pasaba,
y el pobre perro,
en la calle solo estaba.
2
Centon
Jaime Dávalos
Atajemos el río,
aunque nos sangren las manos.
Allá viene un remolino,
y por los ríos muertos
tu cuerpo ardiendo veo.
3
Camina, tira, olfatea,
juega, salta, orina,
se revuelca, corre, pasea.
Me brinda amor y ternura.
La quiero con pasión y locura.
4
Ríos de llanto,
es un espanto.
Siento el dedo explotar,res
ya no puedo aguantar.
Latidos como tambores,
maldita astilla,
me causa muchos dolores.
5
Espero que a cada ser vivo lo veas como a
la persona que más odies,
que el agua te queme,
que cada día lo vivas en oscuridad y
penumbras,
que tus peores pesadillas se vuelvan
realidad,
que cuando te lastimes la herida sane pero
el dolor te dure por siempre.
Y que cuando te quieras suicidar, no
mueras.
6
Sentado en el coban sopien,
que dopue hacer para que me hable.
Rope luego recuerdo, que sotjun
estamos.
7
Yo soy negativo,
vos sos positivo.
Yo soy sólido,
vos sos líquido.
Un imán podemos ser,
o fusión tendré que hacer.
8
Ganzúa me decían,
por afanar de noche y día.
Con arrastradas me pasaba,
de la noche a la mañana.
Robando me atraparon,
y mis días en cafúa pasaron.
9
No
me gusta jugar, si sé que no voy a ganar.
Me
gusta cantar, aunque no pueda afinar.
Me
gusta soñar, pero no despertar.
Me
gusta crecer, no envejecer.
Me
gusta amar, no llorar.
Me
gusta correr, no caer.
10
Veo veo, ¿Qué ves?
A un hombre ciego
Que no me deja de ver
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