Diario de lectura "Dos veces junio" - Manuel Candi Tormos

Dos veces junio, de Martin Kohan

La razón principal por la que elegí este libro puede sonar un poco tonta, pero fue principalmente porque yo nací en el mes de junio y al leer junio en el titulo me llamó la atención y lo elegí.

Comencé la lectura del libro en una hora libre del colegio

Ya la primera hoja me deja impactado con una frase que dice “¿A partir de qué edad se puede empesar a torturar a un niño?

Ya voy por la página 34 y la verdad es que se lee muy rápido.

Llegué al capítulo “Veinticinco millones” y me está gustando bastante el libro. No me gustó nada la manera en que tratan a la mujer que está detenida. Me da impotencia que no pueda hacer nada para terminar con la tortura que está viviendo.

Me junté en el parque con unos amigos y continué con la lectura.

A medida que voy leyendo pierdo un poco de interés ya que el sol está muy fuerte y me dan ganas de irme a la sombra. Llegué hasta el capítulo “Doscientos dos” (creo que es el número del cuarto del protagonista) y hasta ahora habló de que fue a buscar al doctor Mesiano que se fue a la cancha. Me está aburriendo un poco esta parte.

El doctor repite la frase “El problema de nuestro país es la ignorancia”, y se lamenta por la caída de la selección frente a Italia por 0-1 (nombre del capítulo anterior).

Acabo de tener una arcada por la anécdota del doctor acerca de una clase que tuvo en la facultad.

“El problema de nuestro país es la ignorancia de los que estudiaron y se supone que tendrían que saber”. Se refiere al doctor Padilla.

Continué la lectura desde mi casa al día siguiente.

Otra vez me vuelve a agarrar la sensación de impotencia. Esta vez es porque cinco soldados interceptan a una muchacha a la cual se le rompió la bici y la rodean para violarla.

Hay partes en las que me aburro pero, al mismo tiempo, el libro me tiene enganchado y me da ganas de seguir leyendo.

Hice una pausa para sacar a Angie y seguí leyendo.

“Las guerrilleras se hacen preñar a propósito”. Esta frase me hace pensar que la muchacha a la que torturan al comienzo es una guerrillera.

Por fin el doctor Mesiano va con el doctor Padilla. Ese personaje no me gusta debido a su actitud. Al parecer sabe poco de su oficio.

Me acabo de enterar que la palabra colimba proviene de: corre, limpia y barre.

Capítulo “Cuarenta y ocho” (números pertenecientes al teléfono del abogado de la guerrillera). Me pareció un capítulo muy fuerte.

Me entretuvo mucho, aunque por momentos me ponía muy nervioso. “Vos no sos uno de ellos”. Cuando ata a la prostituta a la cama pensé que se había vuelto loco.

Retomo el libro desde la casa de mi abuela.

Ya arranqué con el epílogo.

Fuerte comienzo. El protagonista se entera de que el hijo del doctor Mesiano murió en combate (por lo de Maradona supongo que pasaron cuatro años y el combate es en Malvinas).

Busca al doctor Mesiano y se abrazan. Me dio escalosfrios y una sensación de felicidad. Mesiano dice “No hay que llorar. A los héroes no se los llora”. No estoy de acuerdo.

Tengo la impresión de que algo del chico este de cuatro años que aparece en el capítulo “Cuatro” (por su edad supongo) se va a relacionar con el comienzo del libro.

MOMENTO, puede ser que sea el hijo de la chica que tenían detenida? Tiene cuatro años y hace ese tiempo nació el chico. Volví a leer la parte que llaman a Antonio y dice “Un chico de pelo castaño, que se llama Guillermo, se asoma y pregunta qué pasa”. Si mal no recuerdo le habían puesto de nombre Guillermo al chico. Seguramente la hermana de Mesiano, al no poder tener hijos, lo adoptó.

El libro me gustó mucho. Tiene sus partes fuertes. Lo recomiendo porque a mí me atrapó y desde que lo empecé a leer quería seguir leyendo para terminarlo. Seguramente lea próximamente el libro “los pichiciegos” ya que mi hermana lo tiene y me lo recomendó (lo leyó el año pasado).