lunes, 23 de noviembre de 2015

Diario de lectura de Dos veces junio. Cristian Trejo

Jueves 12 de noviembre.

La profesora había llevado a clase los libros:
Los Pichiciegos, de Fogwill; ed. Interzona.
Dos veces junio, de Martín Kohan; ed. Sudamericana.
La casa de los conejos, de Laura Alcoba; ed. Edhasa.
Piedra, papel o tijera, de Inés Farland; ed. Alfaguara.
Pequeños combatientes, de Raquel Robles; ed. Alfaguara.
Una muchacha muy bella, de Julián López; ed. Eterna cadencia.

De todos estos debíamos elegir uno, entonces leí las contratapas, el que más me llamo la atención fue Dos veces junio, porque hablaba del mundial del 78 y como había servido para el ocultamiento. Además el autor, Martin Kohan, había escrito diversas novelas, por lo que el libro parecía tener varios enfoques y sobre todo cada capítulo del libro era un número.
  Las expectativas que tengo es que cuente una historia desde distintos puntos de vista.

Viernes 13 de noviembre

Fui a plaza Italia a comprar el libro y no lo tenían, me mandaron a Cabildo donde por suerte encontré el libro y ese mismo día me lo puse a leer. 
Lo que primo me llamo la atención fue que comenzó con la pregunta “¿A partir de qué edad se puede empesar a torturar a un niño?”.  Empezar estaba con s y además ya comenzaba con TORTURAR.
Me pregunto cuál será el nombre del relator de la historia que sale sorteado y su padre por los consejos que le da parece haber estado en el ejército.
Después en el capítulo Ciento veintiocho lo que me pareció raro es que el sargento Torres le haga la misma pregunta al relator pero cambie la palabra torturar por PROCEDER.
El sargento Torres muestra claramente su postura “habría que empezar con chicos que ya sepan hablar. Antes de que sepan hablar, sería un esfuerzo inútil”. Y el soldado a pesar de tener la suya no la expone, siguiendo los consejos de su padre. El doctor Mesiano y Padilla parecían solo seguir órdenes.

Cansado decido seguir el libro al día siguiente

Sábado 14 de noviembre

Después de comer al mediodía sigo la lectura del libro.

Se logra saber que el cabo Leiva era quien había tomado nota de la pregunta en el cuaderno y no se había dado cuenta del cambio de la z.
En medio me la lectura encuentro la palabra sempiternas que no tenía idea que era entonces decido buscarla y significa que algo sucede o perdurara para siempre. Además busque la palabra fajina que hacía referencia a un tipo de leña.
Me gusto que hable de los detalles de la selección, del estadio, la avenida Libertador que al describirla podía sentir que estaba allí y salga un poco del foco de la mujer torturada.

Ese día salgo con unos amigos, así que decido continuar mañana.

Domingo 15 de noviembre

Por la noche antes de dormir leo un poco del libro.

Busque la palabra Cointreau que resultó ser una marca comercial de un licor triple sec francés, elaborado a base de cáscaras de naranjas y lascivia que significa deseo y actividad sexual exacerbada.

Viernes 20 de noviembre

Después de muchos días retomo la lectura.
Me llamo la atención haber encontrado un capitulo sin número.
Busque el significado de cospel: Ficha que hace funcionar un aparato público.
Tenía intriga de que iba a suceder con él bebe de la detenida.

Sábado 21 de noviembre

Pasando el mediodía me pongo a leer.

El guardia de azul enuncia la palabra colimba que yo la había escuchado, pero no recordaba que era, pero después cita “ Me pregunto si yo sabía que la palabra colimba venia de tres palabras: corre, limpia, barre”, gracias a eso logre recordar a que se refería.

Domingo 22 de noviembre

Luego de comer un asado en familia continúo con el libro.

Me pareció raro que el libro enuncie su epilogo entre paréntesis abajo del título de uno de sus capítulos.
Pasaron cuatro años pero sin embargo parece estar todo igual, salvo que me imaginaba que el soldado iba a seguir, pero ahora es un estudiante y se entiende más con el doctor Mesiano, con el que vivió muchas cosas, ya que lo iba transportado todos esos años de servicio en el Falcon. Sin embargo yo pensaba que el doctor Mesiano no lo iba a recibir ,que iba a estar mal por la muerte de su hijo, pero parece no haberlo afectado ya que se juntaba a comer con su familia como si nada hubiera pasado.



Hoy termine de leer el libro, aprendí algunas palabras nuevas, el final se me hizo muy pronto y no entendí bien porque el soldado queda con el sueño de la prostituta a pesar de que paso mucho tiempo.
Quede con la intriga del nombre del soldado, y no se describe mucho a la mujer del doctor Mesiano.


Recomendaría este libro porque particularmente me gusta que se muestre desde otro lado estos hechos que se produjeron de la Argentina, desde un soldado, además, se muestran varias historias en una y como el mundial sirvió siempre como ocultamiento.

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