Juliana Gianechini
Miércoles 11 de noviembre
Elegí el libro Dos veces Junio simplemente por las varias recomendaciones de
mis compañeros que ya habían empezado con su lectura y por la descripción que
me hizo mi mamá sobre la persona de Martín Kohan dado que se conocieron en dos
cursos.
Elegí buscar el libro, ya que en fotocopia me resulta muy molesta la
lectura.
Jueves 12 de Noviembre
Primera lectura:
El libro comienza con una impactante pregunta escrita sobre un cuaderno arriba
de un escritorio que dice:
¿A
qué edad se puede empesar a torturar a un niño?
La falta de ortografía es intencional, y es
corregida por el mismo narrador de esa historia en particular.
Luego el libro continúa con una historia distinta sobre el sorteo para el
reclutamiento de jóvenes para la colimba militar. Y el orgullo de los padres de
este otro narrador al salir su número en la radio.
Después se presenta un nuevo relato, pero ahora es en tercera persona, de una
mujer detenida que tiene a su hijo posiblemente en la "capuchita" debido
a las descripciones del lugar, ubicado en el altillo del Casino de Militares.
En donde es tratada como una perra pariendo, y es obligada a limpiar su propia
sangre y placenta luego del parto.
Este relato me hizo acordar mucho a mi última visita guiada al ahora
museo del casino de militares de la ex E.S.M.A, en donde recorrí todo el
edificio de arriba a abajo, pasando desde el sótano donde se realizaban algunas
interrogaciones y torturas, el cuarto del director del complejo en los primeros
años de la dictadura de 1976, Rubén Jacinto Chamorro y el de su hija,
y finalmente la "capuchita" que era el nivel más alto del
edificio, en donde además de conocer las pequeñas separaciones de cemento donde
dormían en cuchetas los detenidos; también conocí el cuarto donde albergaban a
las detenidas embarazadas, y leyendo este apartado del libro, me hizo acordar a
una carta que hay en exposición de una de las mujeres que tuvo su hijo en la
capuchita pero luego de su muerte, su hijo fue el único en ser entregado a su
abuela biológica, y en esta carta que fue escrita por su madre a la fuerza, es
obligada a mentirle a su madre sobre su estado de salud y su ubicación.
Personajes nuevos:
Además de los dos narradores y la mujer detenida.
Sargento Torres
Cabo Leiva
Dr. Padilla (este personaje, en particular, tiene mi mayor desprecio por haber
sido el responsable del parto de la mujer detenida, que además de humillarla y
obligarla a tener a su bebé en esas pésimas condiciones, hace "uso"
de ella pocos días posteriores a su parto)
Domingo 15 de Noviembre
Lectura durante un partido de fútbol en Nuñez, el partido me aburre y todavía
no terminó el primer tiempo. Hace calor pero el viento es fresco.
Me acuerdo felizmente que tengo el libro en la cartera.
Leo:
Personajes nuevos:
Dr. Mesiano
Sergio (hijo del dr. Mesiano)
Lo que más me incomodó del personaje del soldado al que se le da la tarea de
ser el chofer del Dr. Mesiano, es su admiración y protección hacia el doctor, a
tal punto de pensar solo en él, y en sus reacciones. Este capítulo me está
resultando aburrido porque no se presenta un conflicto en particular, solo se
concentra en la preocupación de este soldado de hacer las tareas bien, de
mantener impecable el auto del Dr. Mesiano y que el Sargento Torres no se
moleste con él.
Después reaparece la historia con la que empezó el libro, que es la de la
pregunta encontrada en el cuaderno, en donde ahora entre los tres soldados de
distintos rangos empiezan a "filosofar" sobre la respuesta correcta a
la pregunta, inventando teorías sobre el desarrollo mental de un niño y si se
puede entonces torturar a uno en una determinada edad.
Se arma una disputa entre el cabo Leiva y el Sargento Torres, que el
segundo le recrimina al Cabo de haber sido un irresponsable por dejar esa
pregunta a la vista de todos, que ese tipo de comunicados debían ser entregados
en forma debida y no así.
El cabo Leiva se defiende, explicando que esa pregunta era de urgencia y que el
que necesitaba urgente esa respuesta era el Dr. Padilla.
Frase:
"Hay que pensar menos, cabo"
Ahora, en los apartados sobre la mujer detenida, mi lectura es otra, y la
identificación con este personaje se hace dolorosa, al sentir lo que ella tiene
que sentir, al saber que le quieren quitar al hijo y que es sometida a esas
terribles torturas psíquicas y físicas.
"En la vida todo es dar y recibir" le decía en forma de consejo o
lección un milico todas las mañanas, como metáfora de que su hijo debía ser
dado.
"Acá los pendejos no duran" es otra de las frases que debe oír
cotidianamente. Ella no decía nada.
Termino la lectura de manera triste, con el último relato del capítulo que
describe un simulacro de fusilamiento hacia la detenida, que al sentir el caño
del fusil en la nuca, se ve resignada a la muerte en menos de un minuto, pero
solo la quisieron torturar aún más para poder interrogarla. Escuchó risas y
burlas celebrando aquel simulacro, que la dejaron más débil que nunca. No quiso
pedir por su hijo.
Lunes 16 de Noviembre
Comencé el capítulo "Ochenta y mil"
Se describe reiteradamente a toda la formación de fútbol del
mundial de 1978, que se celebra acá en Argentina, deteniéndose en detalles como
la estatura, el peso, o el club de origen de cada jugador.
El libro se enfoca ahora en la odisea que atraviesa el soldado en
formación encargado de ser el chófer personal del Dr. Mesiano de tener que ir a
buscarlo a la Cancha de River Plate después del partido contra Italia. Obligado
a tener que esperar durante todo el partido al Dr. Mesiano y a su hijo, decide
ir a comer una pizza en la única pizzeria abierta a esa hora y cerca de la
cancha de River. Aparecen 3 personajes: La señora que atiende el lugar,
un señor mayor que está sentado con unos auriculares en las orejas, y la
llegada de un policía que llega, pide pizza y bebida y se va del lugar sin
pagar. Este capítulo para poder entrar mejor en tiempo y espacio me obliga a
buscar algo más sobre este mundial, y encontré que del partido al que debe ir
este soldado es el de Argentina contra Italia el 10 de Junio, en el que perdemos
1 a 0. También encontré el dato de que la Argentina tuvo que pedir un crédito
en el exterior para poder financiar este mundial, este hecho es clave para
poder entender la deuda externa en la que estamos metidos actualmente. Leí que
este mundial costó más de 700 millones de dólares, entre publicidad,
alojamiento a turistas y construcción de nuevas canchas. Mientras que los
niveles de desempleo y la miseria eran cada vez más insostenibles.
Este mundial fue además una estrategia de distracción a la sociedad, para
ocultar las desapariciones y los crímenes de lesa humanidad que el Estado
estaba ejerciendo.
Otro dato interesante que encontré es que si no fuera por la llegada de
periodistas extranjeros al país debido al mundial, las madres de Plaza de Mayo
no podían ser escuchadas en el exterior del país. Principalmente los
periodistas franceses que vinieron a la Argentina fueron los que más escucharon
sus reclamos por la desaparición de sus hijos.
Martes 17 de Noviembre
Tarde nublada, me fui a la plaza a
pasear a Maxi, con el libro. Solo deseaba que no lloviese.
Leo:
Retomo la página 100.
Después del comienzo del capítulo llamado "Cinco", se describe una
escena de infidelidad, a la que le sigue una secuencia de la violenta toma
sexual de la mujer en cuestión, por parte del amante y el marido.
Ahora se relata una celebración consuelo luego del partido propuesta por el Dr.
Mesiano, a su hijo Sergio y al soldado narrador. Les ofrece un buen whisky
escocés y les da a elegir a cada uno entre tres prostitutas.
Pausa de lectura, mi perro se peleó con otro.
Retomo
Volviendo al hilo de la historia, ahora se relata un viaje a Quilmes, y
una muchacha que viaja en bicicleta por la desolada ruta que llega a Quilmes.
En su recorrido se le pincha una rueda, pero por “suerte” pasa un camión con 5
soldados dentro, contando al chofer (que debe ser contado, remarca el autor).
Acto seguido, la inocente muchacha que solo necesitaba emparchar su rueda
trasera, es abusada y humillada sexualmente por estos 5 soldados.
Frase:
“Me han dejado tan pinchada que a mí no habrá quien me emparche.”
Pausa final
Maxi mordió a un pajarito, no sé cómo
más retarlo.
Me fui.
Jueves 19 de Noviembre
Hoy falleció nuestra profesora de física, me enteré también que era amiga de la
novia de mi papá. Nos dolió a todos y se
sintió desde Belgrano hasta Caballito, Ortúzar y después Coghlan.
Hoy fue la última clase de literatura,
la última clase de lo que más me gustaba en la escuela y siento que crecí muy
rápido, que todo se pasó muy rápido, y pierdo el pulso pensando en el miedo que
tengo de lo que va a venir.
El día así de gris no me ayuda a no estar triste.
Leo:
En el capítulo que se llama “S/N”
Este capítulo está lleno de frases que me dejaron el resto del día con
angustia, frases mencionadas por el Dr. Mesiano, personaje bestial que se hace
odiar a medida que se avanza con la historia.
“Hay que pensar que un prisionero ya es un muerto”
“Las guerrilleras se hacen preñar a propósito” “Porque piensan que si están
preñadas no las vamos a tocar”
“¿Qué puta no sabe que su cuerpo no es suyo?”
En el capítulo siguiente, llamado “Dos trescientos”, la historia vuelve a
conectarse con el cuestionamiento del principio, en el que se necesita saber
cuándo es el momento más conveniente para torturar al bebe recién nacido de la
chica secuestrada.
El dr. Mesiano afirma que no depende de edades sino de masa corporal. A medida
que voy leyendo los diálogos entre el Dr. Padilla y Mesiano, se me llena el
cuerpo de furia e impunidad.
“Todos los métodos fallaron con esta piba. Se la ve muy preparada. Pero tenemos
al chiquito.”
Esta frase dicha por el Dr. Padilla se está refiriendo a que estas dos bestias
de doctores, al no poder sacarle información a la madre del bebe, están
pensando en lastimar a su hijo para que ella hable.
Además de los enfermizos diálogos entre
estos dos doctores, el escritor agrega al capítulo varios apartados describiendo
a las balanzas. Deteniéndose en detalles de todo tipo, desde el peso máximo que
una balanza pueda soportar, hasta el mínimo que pueda ser sensible al metal.
Calculan entonces que el bebé de la
detenida pesa entre los 2 kilos 300 gr y que no hay tiempo de sobra para
esperar a que crezca más.
Ahora el capítulo se llama “Cuarenta y ocho”.
Aprendí que la palabra COLIMBA viene de otras 3 palabras: “Corre, limpia,
barre”.
Este capítulo me gustó porque el suspenso que crea el escritor obliga a que la
lectura sea muy rápida, pero lo que no me gustó fue lo que contaba el capítulo.
Se trata sobre que al conscripto del Dr. Mesiano le tocó suplantar a un guardia
en la capuchita, lo supuse por las descripciones sobre el cemento, que absorbe
el calor en verano y el frío en invierno. Le toca estar al lado de la puerta
que separa el pasillo con una celda o cubículo donde creo que yace la mujer
detenida. Ella escucha el cambio de guardia y a todo o nada intenta susurrarle
al conscripto todas las atrocidades que suceden en la capuchita, e intenta
pasarle el teléfono de su abogado para que denuncie todos estos crímenes
anónimamente, solo dando la ubicación. Pero el soldado solo recuerda los
primeros dos dígitos, (48), e insulta a la mujer y le responde a sus reclamos
de ayuda que “el no ayuda a los extremistas”.
La sensación que deja este capítulo es sensación
de derrota.
Sábado 21 de Noviembre
A un día del balotaje. Una Argentina
actualmente polarizada en dos bandos, en el bando que apoya la derecha
peronista nacionalista y el que ciegamente apoya el de la derecha neoliberal
que se baja los pantalones cuando va de visita a Washington.
Así y todo, en ese contexto, yo no voy a ser neutral.
El neoliberalismo no es una opción, riqueza
para pocos, hambre para muchos, y ya tuvimos muchas experiencias neoliberales
en nuestro país, este libro justamente
atraviesa una época pesadamente neoliberal, con una economía devastada,
basada en el ajuste, la exclusión y en el desempleo. Con una política sucia,
donde el mismo estado te perseguía, te torturaba y te hacía DESAPARECER solo
por pensar distinto.
Por eso no entiendo a los Argentinos, a la otra mitad del país que más allá de
haber vivido en el 76, en los 90 o en el 2001, así y todo, el discurso mediocre
del monopolio mediático de Clarín, que estuvieron ESTRECHAMENTE LIGADOS AL
ENCUBRIMIENTO SUCIO DE ESTA DICTADURA DE LA CUAL HABLA “DOS VECES JUNIO”, donde los mismos dueños de Clarín están
siendo investigados por la EXPROPIACIÓN ilegal de bebés, funciona como una
máquina lava cerebros, que hace que la gente se olvide de todo y no tenga
memoria.
Así y todo la otra gran parte del país
va a votar a Mauricio Macri.
Y con este sentimiento de bronca aprovecho el viaje en bondi que tengo desde mi
casa hasta el local de mi querido partido comunista.
Leo:
Ya estoy en la primera página del epílogo.
Al mencionarlo a Maradona en la selección de Argentina, deduzco que ahora el
mundial ya no es más el de 1978. Ahora transcurre el mundial de 1982. Y el que
narra es el mismo conscripto del Dr. Mesiano pero ahora ya pasaron varios años
y narra cómo es su actividad diaria que es leer el diario. Se detiene en una
noticia policial que trata sobre el hallazgo de un cadáver sin cabeza ni
huellas digitales encontrado en una quinta en Berisso, los policías consideran que va a ser muy
difícil obtener su identidad.
Ahora el narrador se detiene en otra noticia que publicó la lista de los caídos
en la guerra, dado que en el 82 transcurría la guerra de Malvinas, ya cuando el
gobierno militar estaba muy debilitado económica, política y socialmente, y
esta guerra sirvió de estrategia para legitimar los restos de aquella oscura
etapa de la Argentina llamada “proceso” según los milicos.
En la lista, el narrador encuentra el nombre Sergio Mesiano.
Termina el capítulo llamado “Uno dos” y
comienza ahora “Mil novecientos ochenta y dos” .
El narrador decide ir a visitar a su antiguo superior el Dr. Mesiano. Nunca
abandona su patética admiración por él.
Lo encuentra en la casa de su cuñado, están atravesando en familia el duelo de
la perdida de Sergio.
La frase que exclama Mesiano al reencontrarse con el narrador es:
“No hay que llorar. A los héroes no se los llora.”
Siguiente capítulo “Seis”
Dentro de un ambiente familiar ajeno al narrador, con el olor de un asado en la
parrilla y el mundial de fútbol se oye de fondo en la radio.
El narrador se muestra muy emocionado por la afinidad que no se perdió desde
sus servicios en la colimba con su superior.
Conoce a Ángela, la hermana del doctor.
Ella además de mostrarse cuidadosa y delicada, a escondidas se le muestra muy coqueta hasta el final del
libro, con guiños de ojos e indirectas de deseo hacia el narrador.
Aparece Antonio, su hijo que solo tiene
4 años, tiene el pelo castaño, es travieso, no hace caso a lo que le dicen que
haga y tiene ganas de jugar todo el tiempo.
El narrador deja en claro que se trata de Guillermo, el bebé expropiado de la
muchacha de la E.S.M.A
La misteriosa esposa del Dr. Mesiano aparece finalmente, en una silla de
ruedas, sin hablar, y sin salir afuera con sus demás familiares.
El Dr. Mesiano dice que conviene ir acomodándose a la realidad de que ya está
todo perdido.
Llego al último capítulo. Se llama “Seiscientos treinta”
El narrador se retira de la reunión familiar a eso de las 4 de la tarde cuando
baja el sol. “Antonio” no lo quiso saludar y el Dr. Mesiano en cambio lo
despide con un fuerte abrazo.
El soldado se va con un sentimiento de
felicidad y orgullo por ese afecto que le transmitió su ex superior después de
tantos años.
Ahora el soldado vuelve a su casa, solo,
y se va a dormir.
Sueña con la “puta del tic en el labio” y se acuerda de esa violenta y erótica
noche de la que no se olvidó ni se va a olvidar nunca.
Domingo 22 de Noviembre
Con este final, pienso que es decepcionante pero porque tuve la ilusión durante
toda la lectura de que iba a haber un final feliz o que el narrador iba a tener
un pensamiento crítico a cerca de lo que sucedía a su alrededor.
Pero la realidad es que esa etapa no
terminó feliz, ni siquiera está
terminada, falta mucho por hacer para que se haga justicia y recuperar todo lo
perdido en ese periodo.
Y sobre la aparición final de Guillermo, el hijo de la mujer detenida, causa
una fuerte sensación de que a ese niño se le fue robada la identidad, y que es
NECESARIO que la recupere.
Por eso yo creo que el final de este libro quedó abierto.
Y con el triunfo de Mauricio Macri y la vergonzosa publicación de esa nota del
diario La Nación pidiendo la liberación de los milicos genocidas del proceso, con el
título “Basta de venganza”, yo creo que estamos tristemente retrocediendo.
Pero no por eso hay que volverse a la casa a llorar, ni a rendirse. Se abre una
nueva etapa de lucha y de permanecer, de salir a las calles, de demostrarle al
enemigo disfrazado de globitos que acá no se rinde nadie.
Por eso no pasarán,
porque hay demasiado de este lado, de nuestro lado.
¡Porque hay una juventud dispuesta al sacrificio!
Juliana: leí conmovida tu diario, despliegue personal y honesto de tu mirada y tu compromiso, y lo disfruté como siempre.
ResponderEliminarGracias por la calidad de lo hecho y la calidez de lo dicho, por el afecto; por la generosidad atenta y sensible, la tenacidad, la búsqueda, la sensibilidad, el trabajo compartido. Cerrar la puerta con la misma llave que la abre y andar, andar, ponerse en movimiento:
"No hay regreso.
Pero existen algunos movimientos
que se parecen al regreso
como el relámpago a la luz.
Es como si fueran
formas físicas del recuerdo,
un rostro que vuelve a formarse entre las manos,
un paisaje hundido que se reinstala en la retina,
tratar de medir de nuevo la distancia que nos separa de la tierra,
volver a comprobar que los pájaros nos siguen vigilando.
No hay regreso.
Sin embargo,
todo es una invertida expectativa
que crece hacia atrás."
Buena vida, muchos sueños, mucha risa, mucho amor.
Graciela
¿En que año transcurre lo narrado?
ResponderEliminarBueno trolo
ResponderEliminaresta bueno el resumen de todo lo que acontece el libro, me ayudo mucho con mi tarea
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