martes, 17 de noviembre de 2015

¿Emoción o realidad? - Nicolás Penacca Villegas

Me gusta cuando callas porque estás como ausente,
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
En su llama mortal la luz te envuelve
Y parece que un beso te cerrara la boca.
Cuando ya se ha marchado el resplandor del día.
Las sombras suaves, voluptuosas,
Adormecedoras como el opio.
El sol que acaba de partir, la luz ansiosa ya disipada
-(Muy pronto también yo habré partido, disipado)
Una bruma –nirvana- noche y descanso –olvido.
Me gusta cuando callas porque estás como ausente,
Y me oyes desde lejos y mi voz no te toca.
En su llama mortal la luz te envuelve
Y parece que un beso te cerrara la boca.


Ojalá te sangren las manos tanto como hiciste sangrar.
Ojalá se desertifiquen tus ojos tras llorar las lágrimas causadas.
Ojalá tu corazón sufra todo el estrés que has causado.
Ojalá tu tumba sea tan fría como las calles de los abandonados.
Ojalá tu familia coseche el odio que has sembrado.
Ojalá tu nombre se olvide en las memorias,
Pero la historia lo recuerde con repugnancia






Frío metálico,
Causa condensación emocional
Que precipitan, tristes,
Sobre infinitas extensiones atómicas,
Siempre inconstantes, cambiantes,
Hoy sólido, mañana fugaz





Os veo en otras caras,
traicioneras sombras, el pasado.
Mirando en cada esquina...
... Un rostro esperanzado...
No os veo...
¿No estáis ahí?
Me siento sólo, lejos de mi alma, en un lugar húmedo y frío donde muerta es la calma...
Ni destino, ni sueños, ni esperanzas recorren esta mente desterrada, sombríos son sus sentimientos...
Os busco hermanos, pero el miedo me impide ver,
Os busco, pero me ahogo en un mar de angustia,
Os buscaré, pero temo no ser capaz de ver la luz del día.





He sido traicionado por mis sueños.
He sido repudiado por mis gustos.
He sido mutilado por mis deseos.
He sido perseguido por mis miedos.
Si flotas, la corriente de arrastra.
Si te sientas, la vida te atropella.
Si te paras, el olvido te traga.
Si temes...
Ya estás muerto.


Soy como el fuego,
Que calienta y quema.
Soy como el agua,
Que refresca y ahoga.
Soy como el rayo,
Que ilumina y electrocuta.
Soy como el viento,
Que se respira y arranca.
Soy un monstruo con halo de ángel.
Soy una mirada blanca frente a un alma oscura.
Soy un soñador y el Coco.
Soy tu dios y tu miedo,
Soy el deseado dolor.
Soy la mortífera vida.
Soy el odiado ser amado.
Soy la sombra que temes y buscas.
Soy el excitante descanso eterno.
Soy un muerto muy vivo
Y un vivo muy muerto.
Soy un monstruo con halo de ángel.
Soy humano.



A un paso de dos abismos,
A un filo de distancia,
A un camino del negro final.
Entre lo salvaje y lo inhumano,
Entre lo mortal y lo mundano,
Entre lo lejano y nuestra mano.
Animal o máquina,
Esa es la condena.
La lluvia ya no nos toca,
El Sol ya no nos calienta,
A un paso de lo inhumano.
Huyendo de lo cruel,
Venciendo nuestro instintos,
A un paso de lo salvaje.
A un paso de dos abismos,
A un filo de distancia,
A un camino del negro final.
Entre lo salvaje y lo inhumano,
Entre lo mortal y lo mundano,
Entre lo lejano y nuestra mano.
Cambiamos fuego por rayo,
Cambiamos agua por ginebra,
Treinta libres por ochenta a un pie de la tumba.
A un paso de dos abismos,
A un filo de distancia,
A un camino del negro final.
Entre lo salvaje y lo inhumano,
Entre lo mortal y lo mundano,
Entre lo lejano y nuestra mano.
Niños solos en la noche,
Papá no nos dejará crecer,
Somos buenos o malos,
Siempre debemos obedecer.
Peón es más fácil que rey,
Lo alterno es peligroso,
La manada es segura si hay líder.
A un paso de dos abismos,
A un filo de distancia,
Entre lo salvaje y lo inhumano,
Entre lo mortal y lo mundano,
Entre lo lejano y nuestra mano.






Mis huellas las borrara la marea
Y el viento se llevará mi olor.
Mis palabras acabarán en silencio
Y mis experiencias vacías son.
El mundo deshará mi cuerpo
Y mi alma se desvanecerá.
Las fotografías perderán su tinta
Y los vídeos se perderán.
Y todos cuantos he vivido,
Todos me olvidarán.






¿De qué sirve que los barrotes sean de oro?
Sólo eres un esclavo de los números.
¿Quién es realmente rico?
Si arrebatamos vida por piedras y papel.
¿Qué hay de humano en nosotros?
Si sobrevivimos al presente para ser esclavos del futuro.
¿De qué sirve soñar?
Si cada sueño es deuda…
…debemos pagar con sudor, lágrimas y sangre.














Dos luces se apagan,
Una mirada,
Yace ahora muerta.
¿Cuántos recuerdos antes sólidos
Se desvanecen como humo?
¿Cuántas lágrimas se evaporaron
Para retornar a ser nube?
¿Cuántos sueños se funden
En la sombra de la noche?







Entre lágrimas y sueños evocadores
Las gotas acompasadas corren en la ventanilla,
Mil luces fluyen
Y borrosas se funden en una estela.
Transporta los sueños, aleja mis miedos...
Verde, amarillo, rojo,...
Lágrimas eléctricas
De mi aurora urbana








Paz que significa silencio,
Silencio que mantiene el orden,
Orden que guarda la violencia,
Violencia que protege la ley,
Ley que permite asesinato,
Asesinato necesario es sacrificio,
Sacrificio que ejerce el poder,
Poder que significa dinero,
Dinero que diviniza a Dios
Dios sediento de avaricia,
Avaricia que rompe como sacos
Estómagos de hambrientos niños.










Capucha negra, huye
Bajo opacas lluvias, bañan
Empedradas calles, pisa
Misteriosa figura, corre
Furtiva en la noche, iluminada
Artificiales vitrinas, reflejan
Asustado rostro, jadea
Cansada de ser, perseguida
Por la oscuridad de un mundo extraño.










Lluvia de gasolina en un día soleado,
Bosque de tocones y tierras heridas,
Peces condenados en horcas de plástico,
Niebla negra en los laberintos urbanos,
Zombies en masa en edulcoradas tiendas,
Colores en un mundo de colores,
Luces que ocultan sombras,
Sueños tornados en pesadillas,
Empatía que oculta avaricia,
Libertad bajo un yugo monetario,
Furia entre amantes de la paz










Melancólico frío que hace pesadas las arbóreas llamas,
Calles ahumadas por metálicas bocas subterráneas,
Etéreas aguas replican en el suelo,
Formando a su arrastre helados cauces.
Desde un alto balcón en la madrugada,
Una tímida flor distrae su mirada;
De los fríos miedos que expulsan sus ojos
Y congela el viento es su pálida máscara,
De los agónicos suspiros que exhalan sus labios,
De las escarchadas pesadillas que se cruzan en sus cabellos.
Una duda mortal asoma la cabeza
Cuando piensa en su añorado amor,
Aquel que partió a los violentos juegos,
Aquel que vistió el verde ajuar mortal,
Aquel que se desvanecía en nieblas negras
Y ruidosos rugidos de cañones de metal,
Aquel que nunca volvió ni volverá.





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