viernes, 20 de noviembre de 2015

Diario de Lectura "Los pichiciegos" Adrián Fernández Franco

12/11/15

Los Pichiciegos:

Hoy empecé a leer los "Pichiciegos".
 Lo elegí principalmente por dos motivos: el primero es que me atrapa mucho el nombre y el contexto histórico en el que se escribió (Guerra de Malvinas y dictadura militar) y el segundo, y no menos importante, que ya lo tenía en casa.
Me atrapó desde el principio. No me imaginé que los “pichis” eran soldados que estaban escondidos. Me pareció patético que no estuvieran luchando pero después me dieron un poco de lástima. Debían tener mucho miedo.
Me causa mucha intriga la figura de Pipo Pescador, que por el momento, parecer ser quien “dirige la batuta”. Por ejemplo, cuando le preguntan cuánta azúcar queda, que responde “Qué mierda te importa”. Esa es su primera intervención directa en el libro.
Seguí leyendo un poco más y enseguida me di cuenta de que estaba errado: Pipo Pescador es quien lleva el registro de las provisiones de los pichis pero quienes “dirigen la batuta” son los Reyes Magos.
Muy interesante la historia de la “pichicera” que se cuenta al final de capítulo I, en donde se cuenta como inició todo, con el Sargento, ahora muerto, mandando a los soldados a excavar de noche. Creo que un uno puede establecer un vínculo mucho más profundo con algo o alguien si conoce su historia.

Terminé el capítulo 2 recién. Se pone muy interesante el libro.
Momentos de bombardeos y un clima de tensión. Los pichis que cuentan historias y juegan con el humor para no pensar en la guerra y en los cohetes, que hacen retumbar todo el suelo. Al final dio un giro: los pichis no sólo están escondidos sino que los Reyes Magos negocian con los ingleses y cambian cosas.  
“-¿Los ingleses tendrán pilas? (…)
–Esta noche vamos a ver…”
Está bueno cómo se desarrolla la narración: todos participan, es muy fluido, mucho diálogo por el cual nos vamos enterando de las noticias que pasan. Por ejemplo, a partir del santiagueño nos enteramos que desde afuera ya se sabe de los pichis, asunto que hace preocupar a los Reyes Magos.  Presiento que les va a jugar muy en contra. Tal vez el bando argentino los busquen para asesinarlos por traición.
Me gusta mucho del libro cómo se organizan los soldados aislados, los “pichis” y las relaciones de poder que se establecen incluso en esa pequeña comunidad, en donde los Reyes Magos son los que toman las decisiones.

13/11
Leí el Capítulo 3. Muy interesante el encuentro entre el Turco y “él” (no sé quién es) y los ingleses.  Muy vívida la imagen de ellos entrado como si fuesen rehenes cuando en realidad van a intercambiar mercaderías. Me sorprendió mucho el buen trato de los ingleses también.
Por primera vez se hace mención al deseo sexual de uno de los pichis que sueña con que se culea a una oveja…una oveja.
Resuena en mi mente la idea de guerra como manera de legitimar la dictadura militar que se vivía en Argentina.

15/11
En el Capítulo 4 se da un pantallazo general de la dictadura militar. Se menciona a Videla, que fusiló a alrededor de quince mil seres humanos. Hay imágenes que son muy intensas
Lo interesante del Capítulo 5 es que por primera vez escuchamos una conversación entre los Reyes Magos, que afirman que hay demasiados pichis y que deben “sacar” a un par.
“-¿Cuáles son los peores?
-¿Los peores qué?
-Los peores pichis
(…) El Turco dijo que sobraban pichis. (…) El  preguntó qué iban a hacer y Viterbo dijo ‘nada, sacarlos’”
La interacción sigue y en un momento Viterbo dice que se los van a dar a los ingleses y que al resto de los pichis se les va a decir que se los llevaron.
¿Qué harán los ingleses con los pichis? Me da pena que los traten como si fueran una carga.

Leí hasta el capítulo 6

18/11/15
Hoy en historia vimos un documental sobre la dictadura que me dejó pensando mucho. Explica que la Guerra de Malvinas era una estrategia del Gobierno de Facto para buscar un enemigo común (Inglaterra) con el objetivo de lograr una unidad nacional.
Me acordé que en un momento de los Pichiciegos, mencionan a Videla:
“Videla dicen que mató a quince mil”  “Sí, Videla hizo fusilar a diez mil”
Es impresionante cómo ya en la época era un ícono del terror, muy temido.
“…los largaban al río desde los aviones, desde doce mil metros, pegás en el agua y te convertís en un juguito espeso que no flota y se va con la corriente del fondo.” Esa imagen me dio escalofríos.

En la página 110 hacen una descripción del Turco, que en realidad no viene de Turquía. Cuando leí que tenía 19 años, me descolocó un poco y me puse a pensar cómo sería estar en una guerra siendo tan chico.
“Ser preso de británicos era otra posibilidad. Daba miedo: “-Se garchan a los presos…”
“García y el Ingeniero (…) dijeron haber hablado con presos que contaban cómo los británicos les pasaban picanas eléctricas portátiles para sacarles datos que ellos ni sabían.”
Qué desesperante situación. Mientras más leo más me frustro. Siento impotencia. A todo esto: ¿Quién es el narrador? No sé pero me genera bastante intriga. Es un narrador testigo que sí o sí tuvo que haber sobrevivido a la guerra porque sino no estaría contando la historia.
Referencia de los Reyes Magos de los ingleses: “la hacen mejor, son más organizados, más hijos de puta”. El Turco tiene miedo de que los ingleses los vendan.´
 ¿Qué era lo más “hijo de puta” de los ingleses?
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Jaja por primera vez me reí mucho para adentro con un parte del libro:
“-Que ganen ellos, que los fusilen a todos y que a nosotros nos lleven de vuelta a Buenos Aires en avión.
Idea de porteño.”
Interesante que las cosas que más extrañan son: comer bien, dormir limpios y tener sexo. La música no podía faltar! Siempre hace todo más tolerable. Es triste que la terminaran prohibiendo después del mediodía para que no los escucharan y los descubrieran.
Los pichis me recuerdan mucho a mis amigos y a mí. Son tipos que no están entrenados, que extrañan sus casas, que están en una situación de mier## y hacen lo que sea para distraerse y no pensar en el momento que les toca vivir. Me acordé cuando Amadío contó que cuando estaba en la secundaria (1979) no se podía juntar con los amigos en una plaza.
“Casi nadie creía en Dios”  Yo me imaginé que todos se aferraban a la idea de un Dios que los pueda salvar. El narrador cuenta que no se los escuchaba rezar pero sospecha si no rezaban para sus adentros antes de irse a dormir.
Jaja de vuelta me reí gracias al comentario de un porteño. Cuando Viterbo confirma la existencia de las monjas, el porteño pregunta: “¿Y estaban buenas?”
PRIMER  DATO DEL NARRADOR (al final del capítulo 7):
“-¿Y vos, Quiquito, creés que yo creo esto que me contás?- le pregunté
-Vos anótalo que para eso servís. Anotá, pensá bien, despúes sacá tus conclusiones- me dijo. Y yo seguí anotando.”
Por un momento había pensado que el que transcribía los hechos era un narrador que lo sabe todo (omnisciente era?). Después un Rey Mago y después dejé de pensar. Ahora sé que es un pichi pero tengo más preguntas y curiosidad que antes.
Cap 8
Lo de las aparecidas ayuda de cierto modo a los pichis: “…se hablaba de los pichis, que según ellos eran muertos que vivían bajo tierra…”
“…los británicos (…) miraban a los pichis con un poco de lástima.” Uno siempre tiende a pensar que hay un bando bueno y malo. El bueno es aquel en el que está uno y el malo corresponde al adversario, pero creo que no hay buenos y malos. Como decía Borges, corresponde al adverso y reverso de una misma moneda.
Segunda Parte:
Qué es el polvo químico?
“Sin polvo químico hay que cagar afuera, en el frío…”
Pastillas negras. Qué droga será? Se las dan a los ingleses antes de pelear y me acuerdo que también se las dan al Turco y a Quiquito cuando van a intercambiar con los británicos.
“Herido es como ser un muerto”
Me llenó de ternura el acto de Dieguez hacia el Turco, primero, que le salva la vida y después del Turco a Dieguez, que lo lleva de vuelta a la Pichicera y no lo dejó morir
Cuando se murió Dieguez todos se aliviaron. Triste que una vida no significa nada en ese contexto y que sea un alivio que alguien se muera con tal de que no haya más quejas.
“Yo anoto. Creer o no creer no  es lo importante ahora-sugerí” Segunda intervención del narrador.
Excelente descripción de los dos tipos de miedo. Por un lado, el miedo a algo concreto y por otro lado, el miedo al miedo mismo. El segundo se queda.
“Si había más pichis, había que buscarlos” No me parece una buena idea. Creo que los pueden descubrir.
Arcoiris: la gran atracción, se olvidó un rato de la guerra. Aviones que pasan y se “pegan” contra el cielo, forman una V. Me aburrió un poco el cuento.
Siempre le preguntan al narrador si cree que en lo que le dicen. Narrador cuenta un cuento de Quiroga, el de los barcos que se suicidan.
Estoy un poco desilusionado porque creo que la gran mayoría de los pichis van a morir. La verdad es que no les veo ningún futuro. Cada vez se quejan más, no están entrenados y ni siquiera pueden volver al bando argentino.
“El miedo suelta el instinto que uno lleva adentro”
“Todo era consecuencia del miedo”
El miedo les saca el hijo de puta algunos de adentro, a algunos el inservible y algunos el instinto.
“Tirar a los dormidos.” Los pichis están deshumanizados. Las cosas se tiran.
“Los ingleses pidieron que tuvieran dos en la pichicera, para poner allí una estación de radio”
 Me huele a que los pichis no salen vivos de ésta. De hecho, solo acceden para que no los bombardeen o los denuncien con los argentinos.
“Trataban solo con los Magos y miraban mal a todos los pichis”
Los pichis no se bancan a los dos ingleses y los entiendo a la perfección. Son tipos nuevos que llegan y alteran el orden establecido. Ni siquiera los Reyes quieren que estén. Creí que iban a matar a algunos pichis después de que empujaran a la nieve a uno de los dos ingleses, pero mandaron a otro inglés: el paracaidista.
Me dio pena el pichi al que se coge el inglés paracaidista. “montarse a un tipo sucio como un pichi, era algo repugnante para cualquiera: nada más a un inglés se le podía ocurrir tanta asquerosidad.”
“Decí lo que pensás. Me jode que no digas nada.” Estoy de acuerdo. Quiero conocer al narrador. Qué lo mueve, qué lo motiva, cuál es su historia.
“Había comenzado a salir con mujeres.” Todo el tiempo me olvido que apenas tienen entre dieciocho y veintipocos años. Es impresionante lo rápido que tuvieron que madurar.
“Y qué querés, si no fuera un forro, no estaría aquí entre tantos negros roñosos como vos- decía Brecelli, que era porteño.”
“…habían elegido mayoría de ‘cabezas negras’ porque el porteño no sabía pelear…”
Nadie sabía pelear. Tristísima realidad la de los pichis. Más leo y más pena me da. No estaban absolutamente nada preparados. Los sacaron de su realidad y los movieron como piezas de ajedrez a otra realidad mucho más triste.
Qué gráfica la explosión de la oveja.
La puta madre. “…bajan británicos (…) y ver el entusiasmo que traen quita las ganas de correr y pone en su lugar el arrepentimiento de haber nacido en el putísimo año mil nueve sesenta y dos.” “Como si fueran a una fiesta bajan”  El narrador me hace sentir la desesperación que debían sentir esos muchachos al ver las caras de los británicos.
20/11/15
Se acerca el fin. Lo reitera varias veces el narrador. El libro está por terminar también. Me pregunto la manera en la que van a morir los pichis porque definitivamente van a morir.
“…según la radio ya se había ganado la guerra.” El gobierno de la dictadura le quería hacer creer al pueblo argentino que la guerra se estaba ganando.
“Ya se veía venir el final, sobraba más el tiempo.”  Sigue reiterando el final.
Se describe que va a haber ración doble de comida para aquellos que se rindan antes de cierta fecha. Cada vez se ve a más caminando. Incluso oficiales que se hacen pasar por conscriptos.
Me da mucha lástima esa imagen.
Pichis, pocos, todos del lado de los dormidos, se fueron a entregar. Se cuenta cómo a los ingleses soberbios les gustaba ver la imagen de los soldados argentinos pasándose de bando y que al principio, las radios los identificaban por nombre, pero después, al ser tantos, empezaron a ser números. Increíble cómo se deshumaniza.
Cada vez me gusta más cómo escribe el autor: esta segunda parte es mucho más oscura, más triste. Abundan las descripciones y las imágenes de decadencia. De hecho, la de la canción que les hacen aprender a los pichis es excelente. Ya me parece un gran abuso de poder. Pensé lo mismo que el narrador: “Hijos de puta”
Patético el sentimiento afectivo del sanjuanino con la lombriz o culebra aunque es cierto que en semejante entorno, a algo uno se tenía que aferrar, no?
Rubione culeando ovejas.
Pinguinos, caballos. El animal como uno vínculo afectivo que forma el pichi.
“Ya se veía venir el final, lo sentían los Reyes y los pichis más despiertos.” Por las filas de rendidos sosteniendo el papelito, los británicos bajando de los helicópteros, y la manera aburrida de fumar de los habitantes de la pichicera.
“cada día menos ganas de comer”  Hace un tiempo leí  “El hombre en busca de sentido” que trata de un psiquiatra que estuvo en un campo de concentración y contaba que cuando uno cambiaba su comida por cigarrillos significaba que había ya perdido toda voluntad de vivir, lo cual era lo más grave de todo. Esto me hizo a acordar mucho a eso.
“Los Reyes no hablaban, veían venir el final. No sabían cómo terminaba, pero sabían que terminaba.”
“Te colocan así, abajo del avión, lo hacen crecer, lo hacen bajar arriba tuyo y lo hacen que apunte a vos y que siga creciendo para que sepas que ellos mandan (…) La guerra es método! Y ellos tenían el método.”
Conversación con el narrador de vuelta. “Militar o psicólogo, no es igual?” No entendí.
“El que estuvo un tiempo en el calor puede aguantarse más tiempo el frío.” Estoy seguro que el narrador ya contó esto al principio del libro.
Me perdí un poco con lo de la mina del paraguas. ¿En dónde están hablando?
-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------Terminé el libro. Me dejó un gustito amargo en la garganta.
No me esperaba que los pichis murieran envenenados por el gas. Creo que estaba esperando que los fusilaran los pocos argentinos (si quedaba alguno que no se hubiese rendido) por desertores. (Cosa que me hubiese puesto triste porque ya me había encariñado mucho con los pichis) o los ingleses, cuando los pichis se fueran a rendir.
Me dio mucha bronca cuando el narrador cuenta que a veces los ingleses mataban a muchos argentinos que ya habían tomado la decisión de ir a rendirse. Me parece muy desleal.
Y finalmente pude saber que “él” es Quiquito. Me imaginé la secuencia de ver a cada pichi muerto, uno por uno. Debe ser horrible. Si tan solo hubiese estado con alguien, tal vez no hubiese sido tan trágico. Qué se yo: las cosas compartidas duelen menos.
Me puso contento que se pudiese escapar del gas. La última escena de Quiquito dubitando si ir con los británicos o al pueblo me dejó un no sé qué. Me hubiese gustado un final feliz.

Creo que la Guerra de Malvinas no lo ameritaba. Hubiese sido muy irreal escribir una historia de la guerra de Malvinas con un final feliz. Eso se lo dejamos a los ingleses…

1 comentario:

  1. Adrián:
    Muy buen trabajo, ya que desplegás una mirada intensa y clara que logra involucrar y conmover al lector de tu lectura.

    Gracias por la mirada, el sentido del humor, el afecto. Que sigas saboreando palabras hasta hincarles el diente y más.

    "Palabras que me nombran.
    Pero todas las palabras me nombran
    cuando yo sé escucharlas.
    Ahora debo aprender a decirlas
    para que otros se sientan nombrados
    si acaso las escuchan.
    Para nombrar a un hombre
    se necesitan todas las palabras.
    Ahora es sólo mi turno
    de continuar la ceremonia."


    ¡Buena vida!
    Graciela

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