Desperté aturdido y de mi boca salia
una bruma espesa, no recuerdo que día era, pero si los
sentimientos que en ese momento pasaban por mi cabeza, eran muchos
sin embargo el principal era miedo, miedo a no volver a verlos nunca mas, a no poder compartir un mate, una comida, un momento, eso
era lo que tanto necesitaba en ese momento, un abrazo, una persona a
la cual le pudiera contar todo.
Estaba muy lejos de casa, en una isla
en medio del océano, de la cual, nunca antes había escuchado
hablar, no sabia bien el motivo por el cual estábamos ahí, luchando
por un territorio, el que, al parecer, nos habían arrebatado unos piratas a nuestra amada Patria.
Yo era un adolescente y mis compañeros
también, sin embargo estábamos enfrentándonos a problemas, que nunca
antes habíamos imaginado, problemas que no tenían nada que ver con
nuestra edad, problemas para los que no estábamos preparados.
Esa mañana fue diferente a todas las
anteriores. Nos despertamos con fuertes ruidos, el enemigo
nos atacaba de improvisto... fue rápido y en ráfagas, y en unos instantes
habían arrasando con todo, compañeros heridos y algunos muertos,
nuestro refugio estaba destrozado, teníamos que buscar otro lugar, ya no estábamos todos, mi mejor amigo Fernando sangraba en el
pecho muy cerca del corazón.
15 de abril del 2000, estoy en casa solo
no hablo con nadie, ha pasado mucho tiempo, casi no recuerdo la cara
de mi compañero y amigo, Fernando, y eso no me lo puedo perdonar.
Todavía conservo el revolver, lo tengo en mi cajón, con el mismo
olor, cargado. Esta la única forma de que se sepa lo que paso, así
que continuare relatando los hechos que tanto perturban mi mente.
Mis labios se partían y me dolían,
mis pies no los sentía, era como llevar a un muerto.
Fernando no se podía mover, pero no lo
podía dejar ahí, agonizaba, estaba muy frío y empapado.
Casi no podía hablar, me dijo unas
palabras, las cuales nunca pude transmitir, esas palabras fueron
textualmente " decile que la amo y que nunca se olvide de mi "
eran para su novia. Luego de eso me dio su arma.
Escucho el segundero del reloj, tic,
tac, tic, tac ... es el tiempo, no puedo más con este dolor, espero
que alguien encuentre esta carta, pronto.
Martín: planteás una idea sencilla y clara, dividida dos momentos distintos en la vida del protagonista; sin embargo, no resolvés acertadamente el paso de uno al otro ni el conflicto que el personaje arrastra hasta el presente. No se entiende porqué decide acabar con su vida cuando lo hace y no antes: no hay ningún indicio que lo justifique. ¿Qué quiere que se sepa? ¿Por qué referirse a la guerra como un problema?
ResponderEliminarRepensar qué le propone este texto al lector, cómo lo involucra y qué quiere provocarle.
Rever construcción de párrafos, vocabulario (escaso y repetitivo), algunos tiempos verbales y ortografía.
Nota: 5