jueves, 3 de julio de 2014

Tomás Garriga
Una familia muy rica, que vivía en un pequeño pueblo de Rusia, compuesta por, el padre Shmuel, la hija menor a la cual le decían "la Baba", dos hermanos Abraham y Benli y una enferma madre. Todos trabajaban en un negocio que había fundado el abuelo de ellos en el cual se vendían, compraban y empeñan joyas. En esta época en la que algunas familias no tenían ingresos a las casas, por los fuertes conflictos sociales, que casi no permitían el trabajo durante la revolución, no tenían para darse el lujo de comprar joyas, con suerte tenian para comer. el que fue en algún momento un gran negocio para los Katzebich ya era casi una pérdida de dinero por los impuestos que generaba.
 Estaban todos sentados alrededor de la mesa con una taza de café en la mano, en ella no había nada mas que agua caliente, en el centro de la mesa un cubículo lleno de azúcar al cual observaban con la ilusión de poder sentir ese dulce sabor en el fondo de sus lenguas. cuando de golpe ¡TOCK TOCK! sonó la puerta con un ruido que rompió con el silencio congelado que permanecía  en la ronda familiar. sin dudar ni un segundo mas y todos sabiendo que no podían ser mas que malas noticias en silencio se tiraron en el suelo y cuerpo a tierra se dirigieron hacia la pequeña escotilla de madera escondida bajo la alfombra. de vuelta retumbo el ¡TOCK TOCK! de la fría puerta de madera, ya nadie quedaba en el lujoso living. sin basilar las fuerzas armadas rojas tumbaron la puerta y comenzaron a revolver todo en busca de la familia a la cual les esperaba un duro lapso de tiempo encerrado como ratas en los centros de detención. luego de unos segundos encontraron la escotilla, la abrieron y saltaron al frio piso de tierra que los esperaba abajo. en la otra punta, unos quince metros después se podía ver  a la familia subiendo a otra escotilla que los dejaba en medio de la joyería. la escuadra del ejercito rojo comenzó a correr para poder alcanzar a la familia, que para ellos eran ya enemigos por querer traicionar a su patria, y llevarlos a un centro de detención donde seria detenidos por un tiempo indefinido, sometidos a largas hambrunas y fuertes torturas como por ejemplo permanecer desnudos a la intemperie parados en la nieve, donde probablemente morirían de alguna enfermedad o fusilados si desobedecían las reglas que les imponían, era la única opción.
 Tomaron por los hombros a los dos hijos que ayudaban a la madre a subir el pequeño tramo hasta el suelo del negocio cual cayó al suelo del túnel. ella y los dos hijos los llevaron detenidos. la Baba y Shmuel tomaron todas las joyas que cabían en sus bolsillos y comenzar a escapar hacia Europa, sobornando, con las lujosas piedras, a los guardias y escuadras rojas lograron llegar a un puerto español por el cual, con su bruto habla hispano lograron escapar hacia Argentina. ya en argentina trataron de rearmar sus vidas, lo cual les fue muy dificl  
Ya en el campo de detención, tres días después del incidente que ocurrió en la casa ellos,  los llevaron al gran comedor que había allí. con una cuchara grande de metal les daban un plato de polenta fría con papa que era todo menos rica, se sentaban en largas mesas rectangulares a la izquierda de Abraham se sentaba el pequeño Benli que dijo:
-Mira a esa hermosa mujer- pronunció con una voz muy apagada -La de la izquierda de aquel hombre de pelo largo y oscuro.-
-¡Que belleza de mujer por dios!- entusiasmado responde Abraham - ¿Que apuestas que en menos de dos días la conquisto?
-Una gran cucharada de esta basura.- Con un tono desafiante y señalando el plato de polenta.
 El hermano mayor asiente con la mirada.
  Un día y medio después con poco tiempo para cumplir la apuesta, por suerte para Abraham, se la encuentra en un trabajo de costura de indumentaria para guerra. Ellos cruzan una mirada cargada de mucho conexión entre los dos. en cuanto termina ese trabajo el la sigue hasta su pabellón, la busca entre la gente y tontamente y de puro instinto corre a ella y sin saber que hacer pronuncia:
- escápate con migo- con voz seductora. -
-¿De que me estás hablando?- Responde Judith.
-que nos escapemos juntos y vivamos una loca ventura dentro de esta dura realidad-
-¿no sabes ni mi nombre y te queres acostar con migo?-
-Que importa.- Responde Abrham.
 La toma de la mano y corren juntos hasta un pequeño escondite que descubrieron detrás del comedor.
 El hermano mayor decide no contarle nada al pequeño Benli y así poder darle una pequeña porción extra de comida sin que el pequeño se sienta culpable.
 Una tarde de julio, dentro de todo calurosa, en uno de los encuentros matutinos habituales entre los dos enamorados jóvenes sin previo aviso se comienzan a escuchar las voces de dos guardias que hablaban de su vida. el sudor frio comenzó a caer de las frentes de ambos. los guardias pasaron por la izquierda de los dos sin percatarse de su presencia, Abraham y Judith se miraron con los llenos de alivios. las únicas palabras que pronunciaron entre ellos fueron:
-Creo que esto es muy arriesgado, podrían matarnos- pronuncio Judith.
-Estoy totalmente de acuerdo querida, fue un placer mientras duro-
 Sus mediocres vidas siguieron sin cruzarse durante mucho tiempo. Ni el uno ni el otro supo nada a cerca de su gran amor que los mantuvo vivos todo esos largos meses.

 En cuanto acabo la revolución y todo poco a poco comenzó a volver a la normalidad Benli, Abraham y la casi moribunda madre trataron de localizar a la pequeña niña y a su padre, de los cuales no sabían su paradero pero les fue imposible saberlo. al poco tiempo la mama murió por su horrible enfermedad lo que dejo a los dos hermanos tratando de sobrevivir en la devastada Rusia, lo que les seria muy cuesta arriba.

4 comentarios:

  1. Profe me olvide el título y ahora no lo pudo agregar. Ahí va: Escapando

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  2. PROFE Y PARA CUANDO CORREJIS?

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  3. Tomás: tu cuento pide a gritos ser reescrito, ya que hay mucho para rehacer tanto en el discurso como en la historia. Parece un borrador y no una versión revisada, que pasó por la autocorrección.
    Revisá coherencia y cohesión; en especial, puntuación, concordancia, tiempos verbales.
    La historia resulta inverosímil, ya que los hechos suceden y se resuelven con una facilidad que resulta ingenua para el contexto en que se ubican. Además, no lográs dar con el tono narrativo y predomina el decir. Por esto, no logra conmover ni involucrar afectivamente al lector.
    Repensar el título, pues no nombra acertadamente.
    Nota: 4

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